miércoles, 14 de marzo de 2012

El paso del pastor a las planices de Navas de Tolosa


Esta es la estimación del lugar por donde pasaron los cristianos y la zona donde se batalló, hasta la victoria. Camino recorrido por las tropas del rey castellano Alfonso VIII, cuando se dirigió a la lucha contra el Miramamolín. Ruta que debieron seguir con un plano topográfico de niveles, y con la versión que da el propio Rodrigo Jiménez de Rada al llegar al Puerto de Muladal, situado a una cota de 997 metros y a cuyo pie, lo riega el arroyo del mismo nombre no pudiendo seguir el camino que se habían trazado porque en los desfiladeros próximos, les están esperando los moros. 

Logística.- La logística utilizada en aquellos tiempos y los medios que se tenían para su organización, dan lugar a pensar lo buen estrategas que eran, y lo bien que planeaban sus batallas. De ahí el tiempo que se necesitó para organizarse en los alrededores de Toledo en la octava de Pentecostés, por los franceses, provenzales, italianos, portugueses, gallegos, asturianos, catalanes, aragoneses, navarros, etc. y otros, que llegaron de Europa, además de las Ordenes de Caballería o Militar. Total, unos 70.000 hombres. 

Caminando hacia la victoria.- El 20 de junio, salen de Toledo y recorren caminos, cruzan ríos como el Guadajalaz, Guadacelete, Algodor y se adelantan los ultramontanos. Hacen alto a la altura o cerca de Consuegra, exactamente en Guadalerza, habiendo recorrido unos 50 Kilómetros. Llegan después hasta Malagón, habiendo recorriendo otros 25/30 Kilómetros el 24 de junio, momento en que toman la fortaleza los ultramontanos y pasan a cuchillo a sus defensores quejandose de la falta de víveres a Pedro II de Aragón. El 1 de Julio, llegan ante Calatrava y esperan la llegada del Rey  Alfonso. Todos estos mas de 70.000 hombres y elementos, (en ese momento menos por el abandono de los 10.000 trasmontanos), caminan agrupados o en filas por senderos y desniveles, que junto con los bastimentos, arreos, tiendas, provisiones vivas y muertas, carros con armas, bagajes y pertrechos, médicos y sus medios medicinales para las heridas de guerra, herreros y sus herramientas, caballos de refresco, mulas de tiro o de apoyo, burros de carga, bueyes de tiro y de carne, ovejas, carneros y toda índole de elementos para subsistir e incluso "mujeres", para permanecer al menos un mes en campaña, se desplazan en busca del enemigo hasta llegar al macizo o puerto del MULADAL

Es en este punto justo, (donde la historia dice que un pastor -lo adjudican a San Isidro aparecido-, indica el camino a seguir para cruzar el desfiladero por otro sitio, ya que los desfiladeros están ocupados por los moros). Ese es el limite de la provincia de Jaén, con la de Ciudad Real, hay una altitud de 997 metros y desde ese lugar sale un camino hacia el Oeste, que recorre sin grandes dificultades, siguiendo la cota de 1126/1159 metros de altitud, con unos 2.150 metros de distancia recorridos para llegar a un lugar cuyo nombre es el de MALABRIGO

Siguiendo este camino, y con un pequeño desnivel a cota de 1133/1174 metros, se llega a una distancia de 630 metros a La Peña de Malabrigo, y luego, desde este lugar y siguiendo el camino a cota de 1171 metros subiendo y bajando a 1184, 1144 y 1126, con una distancia de 2.400 metros de distancia, se llega al llamado PUERTO DEL REY, que curiosamente enlaza este camino y a cuyo pie riega el llamado Arroyo del Collado de la Estrella, con los restos de una antigua calzada o vía romana, que viene o va a otros lugares por el norte. Va bordeando el Arroyo de Posadillas. Estos lugares seguramente, eran muy bien conocidos por el pastor, pues todavía hoy están sus restos romanos en ciertos tramos del camino y se ven, la vía o calzada romana. 

El pastor, si sabía por donde pasar al otro lado, él, conocia la via romana Siguiendo la cota de los 1100 metros, desde el PUERTO DEL REY, se camina en dirección SUR siguiendo las huellas de la antigua calzada, siguiendo el curso del Arroyo del Rey y baja hasta la cota de 864 metros bordeando con el Arroyo de la Asperilla, que pasando por un lugar conocido como: SUERTE DE LA MESA DEL REY, llega hasta el caserío de MIRANDA DEL REY, habiendo recorrido una distancia desde el ultimo lugar indicado de unos 5.500 metros, y habiendo dejado atrás y a su izquierda, a una distancia de 1.800 metros, la llamada meseta MESA DEL REY, situada a una cota de 800 metros. 

Desde este lugar de MIRANDA DEL REY, y siguiendo la calzada romana, seguimos caminando hacia el Sur, bajando hasta la cota de 700 metros, con el bordeo del Arroyo de la Campana y dejando a la izquierda el CERRO DE MIRANDA y LOS ALCORNOCALES, recorriendo una distancia de unos 3.000 metros hasta llegar a la vista de la carretera JV 5020. Pero las tropas de Alfonso, no creo que siguieran por la ruta de la JV 5020 actual hasta las Navas de Tolosa, si no que, creo que seguirían las huellas que bien les habían servido hasta entonces de la calzada romana, para llegar a la confluencia del actual punto kilómetro 261, de la N IV, habiendo seguido la cota de los 750 metros de altitud y teniendo a la vista la gran planicie y al ejercito de moros. 

En este lugar en concreto, y a un kilómetro mas abajo en la N IV, hay una grandísima explanada, punto kilométrico 262, allí existe un lugar de parada turística llamada Venta Nueva. En esos lugares, es donde estaría o sería el lugar donde se apostaron y descansaron los cristianos, para posteriormente entrar a la batalla los de Alfonso, como dice la crónica, “sin querer retroceder” despues de comenzada. 

Aquí es desde donde se hicieron algunas escaramuzas con los de Miramamolín días antes del famoso AMANECER DEL LUNES 16 DE JULIO DE 1212. Los de Miramamolín, estaban situados en unos cerrillos mas al Sur, al Este y al Norte, ocupando los enclaves elevados, por lo que los cristianos tuvieron que subir a luchar cuesta arriba con la consiguiente fatiga. Estos cerrillos, serían los próximos de: Quitapenas, El Chimorral, Cerro Infante, Juanele, etc., que están situados como a unos 2 Km. de la Venta Nueva, zona muy natural para avistarse los ejércitos y hacer las escaramuzas previas antes de entrar en el combate decisivo.

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